Autorretrato con plantas (2021)
Autorretrato con plantas (2021)
Autorretrato con polera (2021)
Autorretrato con polera (2021)
Autorretratos con plantas II (Tríptico) (2021)
Autorretratos con plantas II (Tríptico) (2021)
Ritual de despedida de mis plantas (Díptico) (2022)
Ritual de despedida de mis plantas (Díptico) (2022)
Autorretrato de un sueño (2021)
Autorretrato de un sueño (2021)
Autorretrato con bata violeta (2022)
Autorretrato con bata violeta (2022)
Autorretratos en la cama (Díptico) (2022)
Autorretratos en la cama (Díptico) (2022)
Autorretrato en el patio (2022)
Autorretrato en el patio (2022)
Autorretrato con sombras de plantas (2022)
Autorretrato con sombras de plantas (2022)
Autorretrato en el living (2022)
Autorretrato en el living (2022)
Autorretratos con rostro pintado (Tríptico) (2022)
Autorretratos con rostro pintado (Tríptico) (2022)
Autorretrato descorporizado (2022)
Autorretrato descorporizado (2022)
Autorretratos de invocación (Cuadríptico) (2022)
Autorretratos de invocación (Cuadríptico) (2022)
Autorretrato con polera intervenido (2023)
Autorretrato con polera intervenido (2023)
Autorretratos con carpetitas tejidas (Tríptico) (2023)
Autorretratos con carpetitas tejidas (Tríptico) (2023)
Autorretratos
Los autorretratos aparecen como una urgencia, un impulso corporal imposible de contener. Nacen del deseo de poner el cuerpo frente a la cámara para modelarlo, torcerlo, forzarlo a habitar otras formas y, en ese gesto, dar lugar a identidades efímeras. La acción performática demanda un estado de ánimo particular: sostener posturas incómodas, insistir en la incomodidad hasta transformarla en imagen.
El espacio íntimo —un living, una cama— se convierte en escenario, refugio y laboratorio. Con elementos simples y propios, como telas o plantas, la práctica se despliega en un territorio cercano y seguro, donde lo doméstico se vuelve materia de exploración.
El proceso no termina en el disparo: la edición es otra instancia intensa, donde la elección de la paleta y el trabajo sobre el color reafirman la atmósfera de cada retrato. A veces la urgencia de producir se vuelve intermitente, pero las imágenes continúan habitando el presente: resurgen en la edición, en la publicación, en la circulación. No se aquietan, sino que encuentran otras formas de manifestarse.
Estos autorretratos forman parte de un proceso prolongado en el tiempo, iniciado en 2020, que crece en capas y ritmos diversos: entre el arrebato inmediato y la elaboración paciente, entre la entrega física al gesto y la contemplación posterior de la imagen.